Plan de empresa.

Tanto desde el departamento jurídico como financiero de Emindset Law, así como en nuestra vinculación con Idodi Venture Capital, vemos en nuestro día a día errores del emprendedor comunes en la elaboración del Plan de Empresa. Se basan, fundamentalmente, en una mala redacción, en no haberlo estudiado lo suficiente y en ser excesivamente optimistas. Y un tercero, normalmente un inversor, acostumbrado a analizar este tipo de documentos, los detectará enseguida.

¿Cuáles son los principales errores del emprendedor un Plan de Empresa?

  • Redacción. Aunque parezca obvio, es muy importante que el Plan de Empresa esté correctamente redactado. Sin embargo, es un error que se repite en demasiados casos. Y el efecto es perverso. Si como abogados o en el sí del fondo de inversión encontramos faltas de ortografía, palabras repetidas, frases inacabadas o sin sentido, se genera un concepto mental sobre la empresa y el equipo emprendedor: falta de seriedad, profesionalidad y, a la postre, incapacidad para desarrollar correctamente el proyecto.
  • Presentación. Una vez el Plan de Empresa se ha redactado correctamente, se debe revisar que esté bien presentado. Letras en diferente formato y tamaño, márgenes inconsistentes, numeración incorrecta de los apartados, orden de página erróneo, hojas sin texto, etcétera. El mejor proyecto puede verse descartado por errores subsanables como éste.
  • Extensión. Es tanto un error elaborar un Plan de Empresa demasiado vago como demasiado detallado.

Algunos emprendedores incluyen muy poca información que desarrolle los diferentes apartados del documento. El argumento suele ser que prefieren mantener la confidencialidad respecto algunos puntos cruciales de su empresa. Pero la consecuencia suele ser que el lector no consigue entender el modelo de negocio y su utilidad se desvanece.

Otro error es incluir demasiada información. Es importante exponer los aspectos generales, pero sin llegar a un nivel de detalle que aporte al lector conceptos superfluos. Si se desea complementar lo expuesto con información adicional, recomendamos incluirlo como anexo al documento.

  • Obsesión por la idea. La idea sin ejecución no aporta nada. Pero en sí, la idea tiene una importancia mucho menor de lo que la mayoría de emprendedores piensa.

Evita incorporar menciones como “nuestra idea es” o “la idea es conseguir”. Los terceros no compran ideas, compran su ejecución.

  • Estudio insuficiente. Para elaborar un Plan de Empresa hace falta un estudio exhaustivo del negocio y del sector en el que se enmarca. Este ejercicio es indispensable para ejecutar correctamente el proyecto.

Pero en la práctica, muchos emprendedores no analizan con suficiente intensidad el mercado, los clientes y la competencia. No se han molestado en identificar si la misma idea o modelo de negocio existe ya en otro país. O introducen datos cuya fuente no es correcta, o que están desactualizados.

  • Obviar la competencia. En muchos Planes de Empresa no se analiza a la competencia con la suficiente profundidad. Y es un error. Es importante estudiar qué están haciendo bien (y qué no) nuestros competidores, ya que identificaremos oportunidades de negocio y aspectos de mejora.
  • Exceso de optimismo. Por su propia naturaleza, el Plan de Empresa incluye escenarios futuros que dependen de innumerables factores. Pero este hecho no es incompatible con elaborar una previsión lo más realista posible.

La mayoría incorporan una previsión financiera excesivamente optimista. Y el papel lo aguanta todo, pero no un inversor o un banco. Hay emprendedores muy buenos que, pasados dos años desde que iniciaron su proyecto, manifiestan orgullosos que han doblado las previsiones de su Plan de Empresa. Este es un dato positivo: tenían un objetivo y no solo lo han conseguido. ¡Lo han doblado! Y, desde la óptica de un tercero, ¡es un éxito!

No obstante, a los dos años, la inmensa mayoría de emprendedores ven apenados como no han logrado llegar al hito que se habían fijado inicialmente. Ni de lejos. Y esto genera frustración y desmotivación. Habían apuntado a las estrellas y casi no han conseguido ni empezar a volar. Y, desde la óptica de un tercero, ¡es un fracaso!

  • Ocultar las debilidades. En relación con el punto anterior, es un error usual que se recojan únicamente las cosas positivas del proyecto, sus fortalezas y oportunidades. Pero se obvien las debilidades y amenazas que presenta.

El argumento suele ser que si se destaca aquello negativo, el tercero (normalmente el inversor) no apostará por nosotros. O que, ocultándolo, nunca conocerá que existen estas debilidades. O “primero tener la inversión y luego ya expondremos los problemas”.

Una estrategia así es un arma de doble filo. El emprendedor puede vestir las debilidades con bondades en un primer momento, pero tarde o temprano la marea baja y se ve quién se baña desnudo. Cuando el inversor descubre que existían situaciones negativas que no se le expusieron, su reacción inmediata es preguntarse ¿Qué más no me han dicho? ¿Y la consecuencia? Pérdida de confianza en el proyecto y el equipo emprendedor.

Si quieres conocer más sobre cómo elaborar un Plan de Empresa, ponte en contacto con el equipo de Emindset Law en el email contact@emindsetlaw.com.

Un buen Plan de Empresa es un ingrediente importante del éxito del proyecto. ¡No lo descuides!

Artículo escrito por Oriol Giró, cofundador y abogado de Emindset Law

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