Muestra una bombilla en la que aparece escrito la palabra 'Startups'.

Tengo una idea de negocio, ¿cómo consigo financiación?. Esta es una de las preguntas más frecuentes que nos hacen en foros de inversión y reuniones con emprendedores en nuestro despacho.

Así que voy a contestar a esta inquietud de la misma forma que lo hacemos en nuestra casa. Lo primero que debemos en tener en cuenta es que cuando hablamos de financiación nos estamos refiriendo a un proceso, que como tal se encuentra estructurado en fases.

  • La primera fase son los recursos propios. La mayoría de vosotros puede estar pensando, “pero ¡si no tengo un duro!” Tomémoslo con calma, puede que en tu cuenta bancaria sólo tengas lo suficiente para sobrevivir, pero pensemos un poco más allá. Si estás en el paro, una alternativa puede ser capitalizarlo. La otra alternativa, es capitalizar la idea. En otras palabras, empecemos a pensar cuánto podría costar mi idea. Piensa en lo siguiente, todos los proyectos desde los más sencillos hasta los más complejos han nacido de la misma forma, de una simple idea. Piensa en las empresas más grandes del momento, Apple, Facebook, Google, Coca Cola, Pepsi … todas han nacido de una idea y, algunas de ellas, en momentos bastante ridículos. Así que no te desanimes que vas por camino.
  • La segunda fase es recurrir a la famosa Triple F, o FFF. Se trata de un término norteamericano para referirse a Fools, Friends and Family, o tontos, ingenuos o incautos; amigos y familia. En otras palabras, a tus allegados que te conocen y confían en ti. Saben de qué eres capaz y aunque se trata de una inversión con un riesgo bastante alto, los rendimientos también son bastante altos. Hace unos días hablando con un cliente sobre estos aspectos me comentaba que hace 5 años cuando su proyecto era sólo una idea, sus amigos y familiares fueron los primeros en entrar y con la valoración actual de su empresa ya han multiplicado por cien el valor de su inversión. Te imaginas, en 5 años, aquellos que sólo invirtieron 1.000 euros en su proyecto, si hoy vendieran sus acciones recibirían 100.000 euros por ellas.
  • La tercera fase consiste en acudir a la financiación pública. Aquí tenemos que abrir un gran paréntesis, ya que sólo hablaré de las nacionales, pues debido a la diversidad de opciones que hay dependiendo de la Comunidad Autónoma donde decidas radicar tu proyecto, se abre un abanico de posibilidades o de no posibilidades que harían interminable este artículo. Dentro de las nacionales tenemos ENISA (Empresa Nacional de Innovación S.A.) que depende del Ministerio de Industria, Energía y Turismo. ENISA otorga préstamos participativos que oscilan entre los 25.000 y 1.500.000 euros, dentro de su línea para jóvenes emprendedores exige que se aporten fondos propios mínimo del 50% del monto solicitado. Por otra parte, encontramos el CDTI (Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial) que depende del Ministerio de Economía y Competitividad y proporciona financiación y apoyo a proyectos de I+D+i y a empresas de base tecnológica.
  • La cuarta fase son los famosos Fondos. Lo primero que tenemos que tener en cuenta es que dentro de esta denominación existen dos tipos que son bastante distintos y muchos clientes han cometido el error de acudir a uno de ellos que no era el adecuado para la etapa en la que encontraba su proyecto, perdiendo esfuerzos, dinero y tiempo en una actividad que estaba llamada al fracaso desde el principio. Aquí tenemos a los famosos PE y los VC:
  1. PE (Private Equity): Se trata de un fondo que invierte en números. En otras palabras, invierte en empresas ya consolidadas que tienen productos en el mercado y cuentan con flujos de caja reales de varios periodos. Su fin consiste en invertir en empresas para su reestructuración. Su rango de inversión es bastante grande, pues no es menor a 50 millones de euros y lo más común es que haga operaciones LBO (Leveraged Buyout), se trata de una compra apalancada o compra financiada por terceros, consiste en la adquisición de una empresa con la ayuda de una gran parte de capital externo para alcanzar la suma necesaria. Como garantía o “apalancamiento” se utilizan de forma exclusiva o mayoritaria los flujos o activos (como bienes) de la empresa por adquirir, para asegurar y pagar el dinero prestado en la compra.
  2. VC (Venture Capital): Este tipo de fondos invierte en las primeras etapas de un negocio con alto potencial pero con un riesgo muy alto. A diferencia del PE, el VC invierte principalmente en un equipo que sea capaz de hacer realidad el proyecto. Los VCs aportan dinero para crecer a cambio de entrar en el capital de la sociedad. La primera inversión típica de un VC se produce después de la ronda de financiación semilla o “seed” y lo hace en una ronda para financiar crecimiento, más conocida como Serie A, la cual suele rondar los 2 millones de euros. Más tarde, hay rondas B, C, D, etc., que pueden llegar a rondar los cien millones de euros. Todas estas rondas terminan cuando se produce una salida. Estas salidas se realizan a través de una venta estratégica, que es cuando el proyecto es comprado por una empresa más grande, o cuando los socios deciden hacer su salida a Bolsa.

Os prometo que más adelante escribiré más artículos relacionados con los PEs y los VCs, pues hay muchos aspectos que hay que tener en cuenta a la hora de enfrentarte a cada uno de ellos y el tema da para varios artículos.

Sea cual sea la decisión que decidas tomar, no olvides que lo mejor que puedes hacer es abordar este camino acompañado con abogados en startups. Déjanos ir a tu lado y ser parte de tu equipo, porque en Emindset Law trabajamos para que tus ideas se conviertan en nuestros objetivos.

Autor: Jaime Oliver, Socio del Departamento Financiero.

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