
Las empresas de hoy se enfrentan a entornos muy diversos, complejos y globales, por lo que sin duda, de manera constante deben de estar examinando y previendo los cambios, anticipando sus efectos, generando estrategias que les permitan tener una ventaja competitiva y salvaguardar los secretos comerciales, las innovaciones y demás datos estratégicos para proteger su negocio.
Innovar es un proceso complejo, pero a la vez necesario para sobrevivir en este entorno empresarial tan competitivo. Y resulta que la innovación depende de las personas, de los empleados. Son ellos, los que determinan el éxito o el fracaso en la innovación.
¿Por qué sino algunas empresas están dispuestas a apropiarse de empleados de la competencia? Buscan aprovecharse de sus capacidades creativas y acceder a informaciones que les permitan conocer los secretos del éxito de sus competidores.
¿Qué puedes hacer contra esto?
a) Contratos de confidencialidad: para lograr la no divulgación y no competencia del trabajador. Un ejemplo es el caso judicial entre PepsiCo Inc. y Redmond, donde el tribunal prohibió al empleado trabajar para la competencia y a no divulgar secretos comerciales e información confidencial de PepsiCo, en el curso de su carrera.
¿Pero estos contratos de confidencialidad son infalibles? No, por eso es preciso también:
b) Fomentar la lealtad de los empleados: Tan importante es la lealtad de los empleados como la de los clientes, pues los primeros son los que atienden a tus clientes y se convierten en embajadores de tu marca. La relación entre el CEO y sus empleados o colaboradores debe basarse en el respeto y comprensión mutuos. Como decía Richard Branson: “Trata a tus empleados con el mismo respeto con que tratas a tus clientes”. Es más, el trato debe ser justa y equitativo, independientemente de la posición que ocupen.
En este sentido, es importante una buena comunicación interna. Que los empleados sientan que su voz cuenta. Pero también es esencial que los salarios se correspondan con los resultados que aporten. Un buena forma de armonizar los intereses de la empresa con los de los trabajadores consiste en introducir planes de incentivos.
c) Supervisar las actividades de los empleados: Debe ser una supervisión que respete en todo momento la intimidad de los trabajadores. Se recomienda por ejemplo, reuniones semanales para llevar el seguimiento de lo que hacen.
d) Disponer de Directrices claras sobre cómo acceder, gestionar, proteger, distribuir, etiquetar y/o divulgar eventualmente una información confidencial. Son cuadernos corporativos sumamente importantes.
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Donna Alcalá – Fundadora y Abogada de Emindset Law
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